Translate

martes, agosto 27, 2013

Acordeón de hojalata

Vuelve a casa tras un día extraordinario en lo ordinario. De a gris se fue haciendo, mientras manejaba informes y remitía formularios. Fue quedándose en la nada, extraviándose en ese  pozo burocrático que es la existencia.
Ahora, ya por la calle, de vuelta a casa, se va preguntando, ¿qué carajo hice para llegar aquí?, ¿qué carajo voy a comprar a Daniela para el próximo aniversario?, ¿por qué carajo no acepte aquel ascenso con treinta años?... y mira al suelo, y a los escaparates, y al suelo.
Se cruza con una chica, mucho menor que él, joven a la fuerza, y ni siquiera lo mira. En estos casos, se ríe para dentro, ya que se atribuye poderes sobrehumanos, en este caso, la invisibilidad.
Sabe perfectamente que incluso tiene instalada la rutina en el desencanto. Estos pensamientos no son nuevos. Los tiene trabajados durante años. Ahora miserable, ahora triste, ahora pesimista, ahora toca poner buena cara. Entramos en casa.
Y ahí empieza la obra. Ensayada durante los primeros cinco años, representada los últimos veinticinco. Aquí también se ríe, claro, para dentro,  considera un éxito rotundo mantener su obra en cartel treinta años y de continuo. Sin el menor accidente de recorrido que haya trascendido. Sin una separación, sin nada.
Cena, habla de lo que toca. Hoy política y el último asenso en su trabajo, al que ha asistido, en este caso, de espectador.
Durante este tiempo, que suele durar entre seis horas y ocho o veinte minutos, dependiendo de lo que tarde en fregar, acompaña estos menesteres con un único pensamiento que permanece constantemente, como una huella de fuego, en el trasfondo. Se siente feliz. Y esto es lo que más le martiriza. Y lo analiza y lo cuestiona y lo mata por dentro...
No sólo se siente, es feliz. Y analiza pros y contras, y por qué carajo esto o lo otro y se acuesta en la cama. Y abraza a Daniela. Y el mundo se para, como se paró por primera vez hace treinta años. Y es feliz. Y esa sensación de felicidad es tan intensa, que queda completamente impregnado y le acompaña el resto del día y da forma a sus miserias y lo devuelve a casa cada noche.
Pero sigue insistiendo, en cada latido, en averiguar porque el amor es suficiente en todos los casos.

No hay comentarios: