“Lo urgente
no es siempre importante, o eso se dice. Como tampoco dios ayuda siempre al que
madruga. Supongo, que las certezas van por barrios.
En mi caso,
tengo pocas. Certezas, digo. Tuve, creo recordar, un par de ellas. Ambas
verdades absolutas y básicas, pero a estas alturas ya empiezo a dudar incluso
de ellas. Uno nace y muere, o no, ahora pienso que quizá todo transcurre en el
vértice de un prisma. Todo sucede allí, en el mismo sitio, en su parte más
afilada. El resto, son proyecciones que conforman la forma. En definitiva, no
hay trayecto.”Después, clama frente al espejo:
“Tengo que confesarlo. Me encantan estas reflexiones. Suelen suceder en los lugares menos apropiados, nunca en la Biblioteca Nacional (tampoco la frecuento). Y esa es la magia. El encuentro de lo real y lo imaginario. El punto y aparte y seguido, (sigo pensando que las frases deberían comenzar también con un punto.)
Arrepiéntase aquel!!! (Imposta en voz de Torquemada) que vive entre certezas. No hay nada con menos intención que una puerta sin cerradura.”
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