Translate

viernes, mayo 12, 2006

Mario

Mario tenía dudas. Insignificantes algunas, propias otras, constantes casi todas.
Se levantaba temprano. 5:30 AM. Se detenía todos los días frente al espejo del baño. No más de cinco minutos, no menos de tres. En este intervalo hacía inventario de esas dudas. Las ordenaba y etiquetaba las nuevas, quitaba el polvo a las antigüas e intentaba recordar las que provenían del sueño recién cancelado.
Mario vivía de esta forma y de otras muchas. Se conocía y desconocía profundamente. Sabía que era capaz de lo mejor y lo peor. Al fin y al cabo, no tan diferente del resto de los hombres.
Un día, hace poco me lo crucé en la calle. Intercambiamos cuatro frases, pero no parecía el mismo. Creo que sus dudas le han abandonado. Mario se ha abandonado con ellas.
Ahora Mario se queda petrificado ante el espejo, todos los días, no más de cinco minutos, no menos, en ningún caso, de tres. Horrorizado aisiste a otro tipo de inventario, ahora que no tiene las dudas para entretener el miedo. Ahora tiene que enumerarse a sí mismo, calibrar los segundos que pasan por sus venas cada mañana.
Mario no tardará mucho en rendirse.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Your site is on top of my favourites - Great work I like it.
»

Anónimo dijo...

Interesting site. Useful information. Bookmarked.
»