amor

1. m. Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser.

Le vent nous portera

Después de soportar este mundo veinte años con firmeza, un día y como de costumbre se levantó temprano, pero por primera vez se quedó sentado en la cama durante tres días.
Su pasado se borró, se fue de repente, y de repente, con apenas veintitrés años su familia decidió ingresarlo. “Allí estará mejor, nosotros no podemos ofrecerle el cuidado cotidiano que necesita”. Delante de él discutían sobre ese cuerpo ajeno, su mente ya poco importaba. “Qué pena, con un buen trabajo, recién terminada la carrera”. Y él oía, y asentía, y todo le parecía muy sensato.Confinado pasaron los años. Las visitas se distanciaron, hasta eliminar cualquier referencia a su persona en las veladas familiares. Ellos, tan cuerdos, también habían olvidado.
Y así esperó, a que volvieran sus dudas y sus miedos. El caudal que le permitía escribir de forma compulsiva durante toda la noche. El sentimiento de odio, o el de amor, daba igual, cualquier cosa que le sirviera de pretexto para decir “ya estoy mejor, llevarme a casa”.
Pero esto jamás sucedió. Al mismo tiempo, él dejó de sucederse. Puso la sordina. Se borró del espejismo de volver.
Y gota a gota fue colmando su existencia. Feliz por fin, del lado que nadie parece querer comprender. “Quizá la felicidad sea esto” musitaba constantemente. En su mundo de las pequeñas cosas, todo tenía una explicación razonable, los olores eran cada día nuevos, y disfrutaba incluso de un dios personal que le miraba a ratos y le hablaba a otros. Él sólo de dejaba aconsejar y sonreía.
Así esperó, a que el viento le trajera o le llevara, a él, o sus cosas o su contrario. Miraba a través del cristal intentando descifrar su momento, las claves, las leyendas; el momento en el que por fin su mente se abriera de par en par, y pudiera volver a sucederse y salir fuera y decir “amigos, efectivamente, la felicidad era esto”.

Bobo integral

El bobo integral nació bien vestido. Tenía una nurse que le llamaba Don Chema cuando todavía no era capaz de diferenciar el aceite y el vinagre.
Continuó bien vestido toda su vida. Colmaba sus momentos de melancolía con un vino dulzón e impersonal que acallaba las voces y los ecos. Solía tomar el sol hasta que su piel en carne viva le dejaba de recordar su forma física. Nadaba bien y nunca recordaba los cumpleaños de las pequeñas.
Se hizo viejo, algo inevitable incluso para él, y tan bien vestido como el día que nació y siguiendo el camino que sabía de memoria se dejó a bien morir.
Desde el otro lado, veía discurrir las vidas que en algún momento le había acompañado.
Y no se sorprendió cuando su hijo, encamado con una rubia de dudosa vestimenta, le definió con una ráfaga, que bien podría haberse convertido en sentencia: "mi padre nunca supo desvestirse sólo, fué un pobre hombre, algo opaco que se sentía lúcido a ratos, lo que podríamos definir como un auténtico bobo integral".

Boba integral

Nació diva en el fondo y en la forma. Pocas veces miraba a los ojos de la persona con la que compartía café, mantel o cama. Sentía, muy a menudo, un asco probado y fiel hacia sus semejantes, aunque ella nunca los habría definido como tal.
Iba viviendo, de a poco y de repente, dejando pasar los días, mirando desde su cumbre las vidas grises y retorcidas de los vecinos.
Cómo podían ser tan mediocres. Nunca llegó a comprender el deseo de no ser dividido por la ilusión.
Con 27 años su nariz no soportaba más cocaína, su corazón le dolía en cada latido y cada respiración dejaba un punto y coma sobre su existencia. Disfrutaba plenamente cada segundo de su nada. Y mientras tanto el mundo había quedado lejos, tan lejos, que nunca más volvería a molestarla.
Una boba integral. Un hecho consumado. Una pena, que apenas ha intentado nada.

Suerte

Hay que tener suerte. En casi todo, o en todo, lo que hacemos, decimos, padecemos o proyectamos. Suerte de una forma sutil e ingenua. Incluso hay que tener suerte antes de nacer, dónde, cuándo, o con quién se nace determina el resto de lo que sucederá, aka la vida.

Hay formas de suerte: grandes, pequeñas, longevas, efímeras, públicas, privadas, efectivas, inútiles, amigas, enemigas, claras, oscuras, angelicales, macabras, alcohólicas, abstemias, enfermas, sanas, finaladas, incompletas, absurdas, sensatas, cómplices, traidoras, extranjeras, nativas, propias, ajenas, ignorantes, intelectuales, comunes, insólitas, pobladas, desiertas, ambigüas, pragmáticas, deshechadas, imprescindibles, absortas, concentradas, urbanas, campesinas, exactas, extraviadas, etc.

Pero la suerte final, la que se enquista hasta convertinos en individuo, es la mezcolanza de todas las formas posibles, o en su defecto la forma más sencilla de todas. Una única suerte, inevitable y próxima. Entonces es , cuando uno, al final se muere.

Kafka soñó

Kafka soñó que era Kafka, y en ese intervalo la sentencia del proceso se hizo firme, vendió el castillo para mudarse a un pequeño apartamento que desinfectó previamente de todo tipo de insectos.
Kafka fue feliz, al menos de una forma moderada y leve, como debe ser. Salía al cine de vez en cuando con una preciosa joven de Praga; e iba al teatro todos los domingos.
Ayer fue domingo y representaban "La metamorfosis".
Kafka llamó a su novia, se calzó lo mejor que pudo unas botas negrísimas y tercas que su padre, también dificilísimo y terco le había regalado las pasadas navidades. Así, recompuesto y preparado acudió puntual (como siempre) al teatro.
Al principio la obra resultó fría y poco sensata. Utilizaba un lenguaje demasiado moderno para la escenificación que habían decidio proponer. En el centro una caja de cristal y metal, en su interior el protagonistas, huyendo en su encierro de todo aquello que nos sucede en la vida. Kafka soñó que era Kafka hasta el tercer acto.
Después, dejo de soñar, volviendo de a poco y de repente a su identidad no tan propia, a su costumbre de ciudadano ejemplar y a una existencia que sólo se justificaba en su literatura.
Kafka soñó que era Kafka, y después nada. Y nunca más para volver al sueño. Y un tiempo, en el que para soñar sólo bastaba con ser uno mismo.

Tatuajes

Del tatuaje de aquel
hombro
de aquella noche
iba a aprender/ ha prenderse
como un loco.

Tragando
lo que le echara
la luna
y su misterio

cambiando
admirando
o resolviéndose

iba a golpes de mar
a dentelladas
sufriendo / sufriéndose / sabiendo
que uno no mira de reojo

que es la vida
la que te afronta
y ajusta
la que desecha
o encumbra
la que te observa de cerca
tan fijamente.

Y así
A pasos y al paso
Paseándose por dentro
Puertas abajo / abriendo sus ventanas

Encontró la respuesta de amor

El hecho de ser

Por fin

La última duda.










No estas solo
solamente
Decía el otro
Estas cosas tan mundanas
Pasan.

Se va la vida
Y a veces es la vida de otro
Incluso del que te quiere o quiso
Y hay que ser hombre
Y afrontarlo

No estas solo
Solamente
Sabes
Que estas cosas pasan.

El otro asentía
Y le miraba
Tan fijamente como podía
Como le dejaba el odio
Y la venganza

Que iba mascullando
Entre los dientes
Como una letanía o un rosario
Murmuraba planeando su venganza

Dejar aquí la Tierra
Subir al cielo
Ahora paz y después gloria

Y que todos aquellos
Que le decían
Que estas cosas pasan
Se fueran muriendo tan lentamente
Que el tiempo les permitiera

Acordarse de sus palabras

Apiadarse de ellos mismos
Porque todos lo saben
Todos incluso yo
Estas cosas pasan.

Putas y parados

"Carlos, por fin me decido a escribirte. La verdad, es que no lo he hecho con anterioridad, ya que mi religión no me permite el tratarme ni con putas ni con parados"...
A veces la genialidad se escapa, sin querer como en este caso, incluso a traves de las lineas de un post o contrapost (sic) de Oscar.
La verdad que me siento profundamente identificado con ambos sustantivos, estos con los que aqui me adornan. Por las veces que uno tiene que poner el culo para pasar el dia y por lo parado que esta todo, a veces, dentro de la propia cabeza.
He vuelto al trabajo, asi que ahora ejerzo estas dos acepciones de mi persona en plenitud. Ahora si, como nunca antes, Oscar deberia negarme su trato.
Decia alguien, que uno llega a ser libre cuando puede rehusar la invitacion a una cena (por ejemplo) sin dar el motivo de la negativa. Esto es, dificilmente superable, la expresion primera del concepto de libertad.
Asi que quedo con su frase, la que sumo a alguna otra, en aprendizaje vital. En esta camino de Swann nunca sobran las buenas ideas, realmente apenas nos sobra nada.
Por cierto, el sabado no ire a cenar.

Mario

Mario tenía dudas. Insignificantes algunas, propias otras, constantes casi todas.
Se levantaba temprano. 5:30 AM. Se detenía todos los días frente al espejo del baño. No más de cinco minutos, no menos de tres. En este intervalo hacía inventario de esas dudas. Las ordenaba y etiquetaba las nuevas, quitaba el polvo a las antigüas e intentaba recordar las que provenían del sueño recién cancelado.
Mario vivía de esta forma y de otras muchas. Se conocía y desconocía profundamente. Sabía que era capaz de lo mejor y lo peor. Al fin y al cabo, no tan diferente del resto de los hombres.
Un día, hace poco me lo crucé en la calle. Intercambiamos cuatro frases, pero no parecía el mismo. Creo que sus dudas le han abandonado. Mario se ha abandonado con ellas.
Ahora Mario se queda petrificado ante el espejo, todos los días, no más de cinco minutos, no menos, en ningún caso, de tres. Horrorizado aisiste a otro tipo de inventario, ahora que no tiene las dudas para entretener el miedo. Ahora tiene que enumerarse a sí mismo, calibrar los segundos que pasan por sus venas cada mañana.
Mario no tardará mucho en rendirse.

Cambios...

Se ha sumado una persona más a la familia. Con lo cual ahora hemos alzanzado el equilibrado número par de cuatro, dos féminas y dos presuntos "féminos". Esto quiere decir, que el piso donde habitamos se ha convertido de repente en un lugar demasiado pequeño para los quehaceres diarios y extraordinarios; y con lo cual tocará buscar otro lugar que nos acoja a un precio más o menos razonable.
Un cambio necesario y sano, y viceversa.
He leído hoy el blog de "Simon". Ha cumplido un año con su pareja... Quedan atrás esos tiempos en los que casi arañaba las paredes y necesitaba imperiosamente la tácita comprensión del género opuesto. Muchas felicidades a los dos.
Aprovecho para mandar un saludín a "la Vane" estandarte y embajadora de las ancestrales costumbres de Parla, un sol de compañera y una sonrisa casi permanente de las que se echan de menos. Un abrazo a Oscar (una de las cabezas mejor amuebladas que conozco) y Jose (o José, nunca acertaré con su acento), y al telepi que mejor supervisa desde su tranquilidad ( y no es peloteo, ya no me hace falta, jejeje!), "Albert".
Por mi parte sigo con la vida contemplativa. Va para dos meses. Qué estrés!!!
Ya os contaré en que acaba esto.
Un saludo a todos.

El listón

Uno nunca sabe muy bien a que atenerse con uno mismo. Ni en lo particular ni en lo general, hay fórmulas para acertar "y que salga bien".
Esta primera reflexión viene a raiz de la búsqueda, ya no tan activa como otrora, de trabajo en la que me veo inmerso. Y también a colación de listones. Esas barreras que nos ponemos, e intentamos superar, en un afán permanente de superarnos y dejarnos atrás.
Pues bién, dejando de lado el plano personal, luego privado, y que daría para mucho más, me centro en el listón como próximo escalón en esta suspuesta ansia de alcanzar mejores estados financieros-profesionales. (Mundo que vivimos).
Uno se plantea, con razón o no, la necesidad de buscar un punto más alto, dentro de la trayectoria lógica de su propia geometría. Es decir, si la linea recta conduciría, en este caso, a una sucesión de puntos en el mismo nivel, uno se empeña en curvarla, para que la tendencia cambie; y por fin, conseguir un sueldo digno, y sacrificar "la ropa casual", o lo que es peor, enterrarla en el fondo del armario.
Quién sabe si un día, en ese otro nuevo mundo de lunes y corbatas, en el que se debate fieramente sobre la necesidad de Raúl en el once titular, o se sugiere que la hipoteca a interés fijo es, a todas luces, preferible, uno despertará y llegará a formar parte de los otros.
No por popular pierde valor la Metamorfosis de Kafka, un burócrata cumplidor en su vida profesional, que supo encerrar tras ese telón de nada, la maravillosa angustia de una literatura que lo salvo de si mismo. Quién sabe qué hubiera pasado si Max Brod (su amigo y albacea), hubiese accedido al último deseo de Kafka, destruyendo de esta forma sus obras inéditas; en muchos aspectos parte fundamental de su literatura.
Todos tenemos/ponemos nuestros listones. Es una forma efectiva y sana, de asegurar esta/tan innecesaria infelicidad.
Sigo buscando...

Marzo, y con estos pelos...

Pues sí, estamos en Marzo (menudo hallazgo) y ya hacía un mes que no escribía nada. La verdad, es que alucino cada vez que recupero la adicción y compruebo estupefacto la fecha del último post. El tiempo no corre, sino vuela... y que vivan los tópicos!!!.
A un par de semanas de cumplir 28 primaveras, me encuento (como otros muchos) buscando empleo activamente. Hace una semana que dejé el último trabajo, y ahora paso el tiempo (como los jubilados) contemplando las ambigüas caras de las recepcionistas de agencia y los psicólogos de ETTs, fauna y flora de ese otro universo paralelo.
Los procesos de selección ya son tristes en esencia, pero por una cruel y enigmática razón, se han propuesto convertirlos en toda una penitencia.
Por un lado las dinámicas de grupo, que comprenderá a la perfección aquel que haya visto "El método" . Tanto el retroceso genético que uno experimenta en cada dinámica, como la angustiosa necesidad de ponerse de acuerdo sobre todo, incluso sobre a quién sería necesario sacrificar (obviamente de entre los candidatos), en caso de un muy posible viaje interestelar conjunto.
Los test psicotécnicos son mención aparte. Uno se llega a plantear si su capacidad de lógica fue enviado junto a su cordón umbilical a un frigorífico de California.
Lo mejor sin duda, las entrevistas personales... Eso si que tiene gracia:
-Buenos días, Carlos Cuesta por favor?
-Un servidor. (puta manía de llamar cuando uno está en la ducha, tendré cámaras espías en el baño?).
-Le llamamos por una oferta de trabajo en la que se ha inscrito a través de Infojobs. ¿Recuerda de que se trataba?
-Sí claro. (no te jode, me he inscrito en 100 ofertas y me voy a acordar de la tuya)
-Hemos analizado su CV y creemos que puede encajar en el perfil que estamos buscando.¿Podría hacerle unas preguntas sobre su currículum?
- Adelante. (es que manda guevos, analizar el cv se refiere a imprimirlo de infojobs??.. y qué cojones me a a preguntar del cv, si miento?, si me acuerdo de lo que escribí?? o acaso no sabe leer y se está tirando el rollo para sacarme información???...)
- Bien, ¿es usted natural de valencia?....
- Aquí no digo nada, pero pienso... que peligro... será idiota... me tomará por idiota... creerá que soy de la KGB y que vivo infiltrado en España... que sentido tiene hablar con este señor... le cuelgo???... apago el móvil y me voy a vivir a Tánger?...en fin... Sí, nací en Alcira....

Todo esto y un poco más demuestra, como dijo aquel, que este mundo gira sobre un eje prodrido...

pero alguién tiene que pagas mi alquiler? no?.

La incapacidad

Hay muchos tipos de incapacidad. La que nos impide ver, oir y/o respirar, la que nos llena de nada, la que atenta contra la virtud primera de la sinceridad, la que nos cierra los ojos para dormir, la que nos despierta, la que nos invita a seguir, la que nos permite leer las cartas que debieron permanecer cerradas, la propia, la extraña, la única...
Hay tantos tipos de incapacidad, que pocas veces llegamos, ni desde el vértice siquiera, a cortar la respiración para inspirarnos. Es difícil ser y/o estar. Aunque de forma transparente nos consintamos.
Nada queda al margen todo queda.
Al fin, y al margen, deberemos decir: "sucede".