La verdad que mantengo un poco este blog, por generar algún tipo de intensidad en mi corteza. El trabajo, en el mejor de los casos,requiere ocasionalmente cierta atención, nada que ver con el hecho de escribir, y tratar de hacerlo sobre lo que uno quiera. Es en fondo y forma, una suerte de gimnasia, que recomiendo a todo el mundo.
Cada vez me cuesta más abrir un periódico y ver un telediario. Quizá es que estoy últimamente muy sensible (será la primavera), o quizá este país está perdiendo el norte (si alguna vez lo tuvo). Me revuelve las tripas, este uso del terrorismo como arma arrojadiza, que de un tiempo acá se traen nuestros queridos partidos políticos. Nos están haciendo un flaco favor a todos, abriendo filas, generando crispación y dejando la puerta entreabierta para que pasen los encapuchados. ¿El PP nunca negoció con los terrostas?. No comment.
Por otra parte, los grandes intelectuales de la derecha, como es el caso de Acebes y Zaplana se empeñan en hundir más su propio partido. No terminan de asimilar, que si perdieron las elecciones fue por mentir; y mentir mal. Mientras no sean capaces de pasar página, y se empeñen en airear a través de medios como El Mundo (hoy no tiene desperdicio), su teoría esquizofrénica y paranoide, sobre el 11M; nadie les va a creer de nuevo. Zapatero no tiene más razón por ser soso, o por sostener un discurso sin hechos reales, sino que la tiene porque le dan la oportunidad de parecer razonable a los ojos del elector.
Ayer dijo Maruja Torres en un programa de televisión, que Sarkozy era un Aznar, pero inteligente. Pobre Francia, también tiene lo suyo.
Y Europa?
Dónde está Europa?.
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